Así funciona la constelación familiar sistémica

La clásica constelación familiar se realiza en grupos de 6 a 12 personas. Alguien que quiere resolver un problema personal se pone en contacto para que le hagan una constelación. El terapeuta interroga a este cliente sobre su situación y sus preocupaciones. El cliente inicialmente observa el curso de la constelación. A los participantes del grupo se les solicita que representen al cliente y a los familiares, los cuales son personas esenciales para la recuperación del cliente. Estos individuos elegidos se colocan en relación unos con otros.

El trabajo de constelación sistémica se trata de la relación entre uno mismo y el entorno, permitiendo así reconocer, entender y resolver problemas en las relaciones interpersonales.

Los representantes son capaces de percibir sentimientos o pensamientos en las posiciones adoptadas, que muchas veces reflejan de manera asombrosa a las personas representadas del sistema familiar del cliente. Este fenómeno se denomina "percepción representativa". El cliente observa esta transmisión hasta que es capaz de hacerse cargo de la situación por sí mismo y, si es necesario, resolverla. Es crucial para el curso significativo de una constelación familiar que el cliente tenga una preocupación seria.